Víctor Raúl Arizapana Paredes, presidente del Comité de Lucha del distrito de Chupa, provincia de Azángaro, explicó los motivos detrás de las recientes protestas en la capital de la región Puno. El principal reclamo se debe a la reducción de categoría del Centro de Salud de Chupa, lo que afectaría la atención médica; por ello, más de 40 comunidades, tres centros poblados y cuatro barrios del distrito se unieron para manifestarse.
Esta rebaja implica una reducción de las horas de atención de 24 a 12 horas diarias, además de la disminución del personal médico y profesional, lo que pone en riesgo la atención de salud en la zona. Arizapana indicó que, tras la protesta, el director regional de salud de Puno prometió mantener la categoría 1.4 del centro de salud. Asimismo, se acordó instalar una mesa de trabajo el 13 de septiembre para discutir otros temas cruciales, como la falta de infraestructura adecuada, que ya tiene más de diez años de antigüedad.
Uno de los puntos más importantes a debatir en la mesa es el proyecto de nueva infraestructura, presentado por el alcalde de Chupa. Este proyecto, valorado en 46 millones de soles, aún requiere financiamiento. Arizapana señaló que, aunque ya tienen el expediente técnico, se necesita viabilizar el presupuesto para la construcción.
Otro aspecto discutido fue la falta de especialistas, como pediatras y ginecólogos, en el centro de salud de Chupa. A pesar de las promesas de las autoridades de convocar profesionales para cubrir estas áreas, la población aún espera soluciones concretas. El personal actual no cumple con los estándares que exige la categoría.
Finalmente, Arizapana sostuvo que se ha recibido quejas del maltrato por parte de algunos profesionales de salud hacia los pacientes, lo que ha generado indignación en las comunidades. Pidió que los trabajadores atiendan con calidez y amabilidad, y que los centros de salud se centren en brindar una atención de calidad, acorde con las necesidades de la población local.
