El ingeniero Wilber Cutipa sostiene que uno de los principales cuellos de botella en la ejecución de obras es la calidad de los expedientes técnicos. Afirma que para atraer los mejores proyectos y garantizar su éxito, es esencial mejorar la elaboración de estos documentos.
Cutipa propone implementar un área de estudios dedicada exclusivamente a la creación de expedientes técnicos de alta calidad, así como fortalecer el área de supervisión con personal altamente capacitado. Enfatiza que los evaluadores en supervisión deben ser técnicos conocedores de la realidad para sugerir y garantizar un buen expediente técnico.
El ingeniero también critica el estado actual de las oficinas de supervisión en el gobierno regional y las municipalidades provinciales, describiéndolas como “desmanteladas y abandonadas”. Recuerda al ingeniero Wilhelm, antiguo gerente de infraestructura, y su rol en la mejora de estas áreas. Sugiere que la supervisión debería estar a cargo de ingenieros con vasta experiencia, quienes, tras haber sido residentes de obra, pueden asumir roles de supervisión y eventualmente gerencia, garantizando así una mejor calidad en el proceso constructivo.
Según Cutipa, la baja productividad y la mala calidad de las obras son consecuencias directas de fallas técnicas y una supervisión ineficiente. Añade que mejorar la evaluación y supervisión de los expedientes técnicos es crucial para toda gestión y ejecución de gasto. Además, destaca la importancia de la participación de la población beneficiaria en los proyectos de inversión, sugiriendo una democracia directa donde los ciudadanos elijan a personas para supervisar las obras, con un marco normativo que legitime este proceso.
Cutipa también menciona la necesidad de cambiar a representantes de la Contraloría que no están cumpliendo con su labor de monitoreo. Comenta que debe haber un representante de la Contraloría en cada obra, pero parece que no se está ejecutando adecuadamente. La falta de obras inauguradas refleja el deterioro de la infraestructura y la continuidad de la pobreza en la región.
Recientemente, un informe del INEI señaló que Puno es la cuarta región más pobre del país. Además, la Contraloría emitió un informe que coloca a la Universidad Nacional del Altiplano como la tercera institución más corrupta, lo que cuestiona la calidad del capital humano formado en esta institución. Cutipa concluye que es alarmante que las instituciones encargadas de formar a nuestros profesionales sean vistas como corruptas.
