El sociólogo Rubén Darío Mendoza, en su evaluación del desempeño de los gobiernos locales en Puno, destacó la baja ejecución de presupuestos en la mayoría de municipalidades provinciales. Mendoza subrayó que, de las 13 municipalidades evaluadas, el Collao Ilave ocupa el primer lugar con una ejecución del 55.1%, mientras que Huancané se mantiene en el último puesto con apenas un 16.6%. Esta situación, según Mendoza, es preocupante, ya que Huancané también estuvo en el último lugar el año anterior.
Entre las municipalidades con mayores presupuestos ejecutados, Mendoza resaltó a San Román con 42 millones de soles y Azángaro con 20 millones. Sin embargo, el especialista cuestionó las inconsistencias en la ejecución de recursos. Por ejemplo, Collao, pese a liderar el ranking, ha ejecutado solo 13 millones de su presupuesto total de 25 millones. Esta falta de avance en varios proyectos preocupa, especialmente al acercarse el último trimestre del año, periodo crítico para cumplir con los objetivos de inversión.
Mendoza advirtió que, de no ejecutarse el presupuesto ordinario al 100% antes del 31 de diciembre, los recursos serán revertidos al tesoro público. Al analizar la gestión de cada municipalidad, observó que muchas no han avanzado lo suficiente en sus proyectos, lo que pone en riesgo la obtención de futuros recursos. Esta situación podría empeorar si no se solucionan las trabas administrativas, técnicas y políticas que afectan la ejecución de las inversiones en Puno.
Un caso particular es el de la Municipalidad Provincial de Puno, capital de la región, que comenzó con un presupuesto inicial de más de 17 millones de soles y que actualmente tiene un presupuesto ajustado de 60 millones. Hasta la fecha, ha ejecutado el 51.2% de estos recursos. Mendoza consideró que la falta de capacidad de gestión por parte del alcalde y su equipo ha sido un factor determinante para no obtener mayores recursos, lo cual debería haberse justificado con un mejor rendimiento presupuestal.
Finalmente, Mendoza instó a los gobiernos locales a aprobar y seguir planes de desarrollo local concertado que prioricen las verdaderas necesidades de la población. Mientras algunas municipalidades están proyectando sus planes hasta el 2034 y el Gobierno Nacional ha trazado metas hacia el 2050, la falta de planificación concertada sigue siendo un problema recurrente en la mayoría de los gobiernos locales de Puno.
