Utilizando datos del ya retirado Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja, instalado en un avión Boeing 747 modificado, un grupo de astrónomos detectó moléculas de agua en la superficie de Iris y Massalia, dos asteroides ricos en silicatos. Este es el primer hallazgo de su tipo y ayudará a entender mejor cómo se distribuyó el agua en el sistema solar primitivo.
Según explica Anicia Arredondo, autora principal del estudio publicado en The Planetary Science Journal, conocer dónde se encuentra el agua en asteroides y otros cuerpos menores nos indica cómo se formaron y evolucionaron los materiales de la nebulosa solar.
Los asteroides secos provienen de zonas cercanas al Sol, mientras que los que contienen hielo y agua nacieron más lejos. Detectar agua en Iris y Massalia confirma que algunos asteroides interiores incorporaron material de regiones externas durante la formación planetaria.
El descubrimiento también tiene implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre, ya que revela dónde buscar este elemento esencial en otros sistemas solares.
La firma espectral del agua hallada es idéntica a la encontrada en 2020 en la superficie lunar, lo que sugiere mecanismos similares de captura y retención en ambos tipos de cuerpos rocosos.
El equipo ya pidió tiempo de observación con el telescopio espacial James Webb para estudiar otros 30 asteroides y ampliar la comprensión sobre la distribución del agua en nuestro sistema solar.