Más de 4.6 millones de personas en las zonas rurales del Perú, lo que equivale al 75.2% de la población en esas áreas, consumen agua con niveles insuficientes de cloro. Según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2023, esta deficiencia expone a los habitantes a enfermedades como la diarrea, anemia y desnutrición infantil. La situación afecta principalmente a los niños, quienes, debido a la falta de agua segura, enfrentan riesgos graves para su desarrollo.
En el área rural, 5 de cada 10 niños sufren de anemia, una condición que impide el desarrollo físico y cognitivo. El libro El Buen Dato Sunass destaca que el acceso a agua clorada reduce en 22% las probabilidades de anemia en los menores. Esta correlación es crítica, ya que la enfermedad limita el rendimiento escolar y las capacidades físicas de los niños, afectando su futuro a largo plazo.
La cloración del agua no solo previene la anemia, sino que también reduce en un 24% los casos de diarrea en zonas rurales. Esta enfermedad, junto con otras como el cólera, se propaga debido al consumo de agua sin tratamiento adecuado. La eliminación de bacterias y virus mediante el cloro es esencial para proteger la salud de millones de personas que dependen de fuentes no seguras de agua.
A pesar de la clara evidencia científica sobre los beneficios de la cloración, persisten mitos en la población rural. Se cree erróneamente que el cloro provoca cáncer o caída del cabello. Estos mitos han contribuido a la resistencia de muchas comunidades a aceptar el tratamiento del agua, agravando el problema de salud pública en estas zonas.
En respuesta a esta problemática, la Oficina Desconcentrada de Sunass en Moquegua lanzó la campaña “¡Cloro que sí!” en julio de 2023. La iniciativa busca educar a la población sobre los beneficios del agua clorada y derribar los falsos mitos que rodean su uso. La Sunass ya ha caracterizado a 4 298 prestadores de agua en áreas rurales, beneficiando a más de 2 millones de habitantes.
La Sunass, junto al Ministerio de Salud, reitera que no existe evidencia científica que vincule el uso del cloro con enfermedades. Al contrario, la evidencia internacional y nacional respalda que el consumo de agua clorada es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades gastrointestinales en el Perú rural.
