Meta enfrenta una nueva sanción millonaria en Europa por problemas de protección de datos. Esta vez, la Comisión de Protección de Datos de Irlanda le impuso una multa de 91 millones de euros por almacenar contraseñas de Facebook e Instagram sin cifrado.
La investigación comenzó en abril de 2019 y se prolongó durante cinco años. Según los reguladores europeos, Meta infringió múltiples artículos del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR).
El fallo afecta a cientos de millones de usuarios de ambas redes sociales, cuyos datos se almacenaron sin las medidas de seguridad necesarias. Las contraseñas estaban en texto plano, un método que expone a riesgos graves de acceso indebido.
Las autoridades irlandesas criticaron duramente la falta de protección de estos datos sensibles. “Es un hecho ampliamente aceptado que las contraseñas no deben almacenarse en texto plano, considerando los riesgos de abuso”, afirmó Graham Doyle, comisionado adjunto.
El problema se conoció tras una auditoría interna de Meta. En ella, se descubrió que la información no estaba cifrada y que unos 22.000 empleados podían acceder a la base de datos donde se guardaban las contraseñas.
Aunque la empresa californiana aseguró que no hubo acceso de personas externas, se reveló que las contraseñas aparecieron en nueve millones de búsquedas internas, realizadas por alrededor de 2.000 ingenieros de la firma.
Se estima que entre 200 y 600 millones de usuarios de Facebook e Instagram pudieron verse afectados. Meta argumentó que muchas de estas contraseñas eran antiguas y databan al menos de 2012.
Ante la magnitud del incidente, Meta inició una campaña de notificación a los usuarios afectados. Se les recomendó cambiar sus claves, incluso si ya no usaban las mismas contraseñas que se expusieron.
El fallo se suma a una serie de sanciones que Meta ha recibido en Europa. En mayo de 2023, la compañía fue multada con 1.200 millones de euros por el uso indebido de datos personales para publicidad dirigida.
Entre septiembre de 2021 y enero de 2023, acumuló más de 1.000 millones de euros en sanciones por no cumplir con el GDPR. La relación de Meta con los reguladores europeos ha sido tensa en los últimos años.
La compañía deberá reforzar sus medidas de seguridad para evitar nuevas sanciones. Los reguladores consideran que este tipo de errores, incluso en 2019, eran inaceptables para una empresa de este tamaño.
