El centro poblado de Coata sigue sin agua potable segura y sin avances en las mejoras prometidas, según confirmó un informe oficial de la Sunass. Tras una verificación realizada en abril de 2022, se reveló que ninguna de las 12 recomendaciones hechas en 2020 para mejorar el servicio de saneamiento se ha implementado.
La Junta Administradora de Servicios de Saneamiento (JASS) de Coata está inactiva, y aunque la municipalidad asumió el control, no ha regularizado la prestación del servicio ni ha creado una unidad especializada para gestionarlo. Mientras tanto, los vecinos dependen de cisternas del Ministerio de Vivienda para abastecerse de agua.
El especialista Carlos Ruelas Alfaro, de la Sunass Puno, explicó que la municipalidad no ha cumplido con lo básico: no hay un padrón actualizado de usuarios, no se cobra una tarifa por el agua, y no existen procedimientos para atender reclamos o cortar el servicio en caso de fugas o daños.
«La JASS está paralizada, y la municipalidad, aunque creó una unidad de gestión, no ha presentado los documentos que lo acrediten», señaló Ruelas. Además, no se ha gestionado la licencia de uso de agua ante la Autoridad Nacional del Agua, lo que deja al sistema en una situación irregular.
El informe también alerta sobre riesgos en la calidad del agua. No hay equipos para medir el cloro residual ni la turbiedad, parámetros esenciales para garantizar que el agua sea segura para el consumo. Aunque se instaló un sistema de cloración en la planta de tratamiento, no está operativo y sigue en pruebas. «Sin estos controles, no se puede asegurar que el agua que llega a las casas esté libre de contaminantes», advirtió el especialista.
El reservorio de agua no tiene cerco perimétrico, lo que lo expone a daños o robos, y las redes de distribución no cuentan con registros de mantenimiento. Aunque hay dos proyectos en ejecución, uno para mejorar la planta de tratamiento y otro para ampliar el sistema de agua y alcantarillad, los trabajos avanzan lento y no hay una fecha clara para su culminación.
La Sunass recomendó a la municipalidad implementar todas las mejoras pendientes, desde regularizar el servicio hasta adquirir equipos para medir la calidad del agua y capacitar al personal. Sin embargo, hasta ahora, no hay acciones visibles.
