Los vecinos de Platería, provincia de Puno, reciben solo una hora de agua al día, según reveló un informe oficial de la Sunass. La Junta Administradora de Servicios de Saneamiento (JASS) de este centro poblado no cumple con las normas básicas para garantizar un servicio seguro y continuo.
El especialista Carlos Ruelas Alfaro, de la Sunass Puno, confirmó que la organización no está reconocida legalmente, no mide la calidad del agua y no tiene procedimientos para atender reclamos. Además, el establecimiento de salud local no tiene acceso al agua potable, lo que afecta directamente la atención a los pacientes.
El informe detalla que la JASS Platería no cuenta con los documentos necesarios para operar, como la constancia de inscripción ante la municipalidad. Aunque administra 246 conexiones de agua para 494 habitantes, solo el 68% de las viviendas tiene cobertura.
La cuota anual que pagan los vecinos es de solo 10 soles, un monto que no cubre los costos reales del servicio. La morosidad llega al 50%, lo que agrava la falta de recursos para mantener el sistema. «Sin una tarifa adecuada, no hay fondos para mejorar la infraestructura ni garantizar agua segura», explicó Ruelas.
La falta de agua se debe a un déficit hídrico del 90%, según el informe. Hace cinco años, los vecinos tenían agua las 24 horas, pero ahora solo reciben una hora diaria. Las dos fuentes de abastecimiento, los manantiales Chamchilla Phujo Laca y Humajalso no tienen programas de limpieza ni desinfección, y aunque cuentan con licencias de uso de agua, no se monitorea su calidad.
El sistema de cloración, esencial para desinfectar el agua, funciona de manera irregular. La JASS aplica cloro cada tres meses, pero no tiene equipos para medir su efectividad. Durante la evaluación, se encontró que el reservorio de 22 metros cúbicos no tenía cloro residual, lo que significa que el agua no está siendo desinfectada correctamente.
Además, no hay equipos para medir la turbiedad, un indicador clave de si el agua está limpia o contaminada. «Sin estos controles, los vecinos podrían estar consumiendo agua no segura», señaló Ruelas.
El informe también reveló que no existen procedimientos para cortar o reconectar el servicio en casos de impago o fugas, ni un formato oficial para registrar reclamos. Aunque los vecinos presentan dos quejas al mes, la JASS no las documenta. El establecimiento de salud de Platería, que atiende a la comunidad, ni siquiera está registrado como usuario, por lo que no puede exigir mejoras.
