El ex decano del Colegio de Ingenieros, César Guerra Ramos, ha revelado detalles preocupantes sobre el proyecto integral de agua y alcantarillado de Juliaca, valorado en 350 millones de dólares. Según Guerra, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aportará 275 millones de dólares, y el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento aportaría 75 millones de dólares, de los cuales ya se están invirtiendo 16 millones de soles para iniciar el proyecto.
Sin embargo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no ha desembolsado ningún fondo debido al incumplimiento de cláusulas contractuales. Una de ellas exige inversiones multianuales en las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTARs), actualmente en arbitraje, lo que podría retrasar el proyecto entre uno y dos años.
Guerra, señaló que el BID no realiza desembolsos menores a 100 millones de dólares, contradiciendo afirmaciones sobre pagos más pequeños. Además, el banco exige que las empresas ejecutoras estén acreditadas por el BID, lo que genera dudas sobre el inicio del proyecto programado para el 28 de agosto. Por lo cual, el inicio de obra se dará con la partida que ofrece el estado peruano de unos 280 millones de soles aproximadamente.
Pero quién pagará el préstamo
Aunque la ministra Ania Pérez de Cuéllar afirmó que el Estado asumiría la deuda del préstamo de 700 millones de dólares, donde están incluidos las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTARs) y el Drenaje Pluvial, Guerra advierte que finalmente serán los usuarios quienes la pagarán. Esto se refleja en el Decreto Legislativo 1620, que ordena a la SUNASS incrementar las tarifas de agua en todo el país.
A pesar de que la presidenta ha prometido no aumentar las tarifas, Guerra advierte que podrían incrementarse entre un 100% y 700%. Esta estrategia recuerda a la utilizada durante el gobierno de Alberto Fujimori, donde proyectos de saneamiento financiados con fondos del FONAVI resultaron en deudas para las administradoras de servicios de saneamiento.
El experto insta a la población a mantenerse vigilante sobre la gestión del proyecto, más allá de los aplausos iniciales. La falta de transparencia en la financiación y el potencial impacto en las tarifas de agua son aspectos críticos que requieren atención pública.
Guerra concluye que existen numerosos obstáculos para la ejecución del proyecto, cuestionando la viabilidad del inicio programado. La incertidumbre sobre el financiamiento del BID y las posibles repercusiones en los usuarios plantean serias dudas sobre la implementación y sostenibilidad del proyecto de agua en Juliaca.
