La princesa Mako de Akishino, miembro de la familia imperial japonesa, estuvo en Cusco, Perú, durante el fin de semana como parte de su viaje por Sudamérica para conmemorar los 120 años de la Inmigración Japonesa.
Mako San, como la conocen cercanos, llegó a Cusco el sábado y se dirigió de inmediato a la antigua ciudad inca de Machu Picchu. Allí, fue honrada por las autoridades locales y exploró la maravilla mundial.
El domingo por la mañana, visitó temprano el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, quedando impresionada por las particularidades de la cultura inca.
Luego, se trasladó a la histórica Catedral del Cusco, donde se detuvo a observar el lienzo de la Virgen de Belén y la imagen del Señor de los Temblores, que le llamaron mucho la atención en su recorrido.