El jubilado Edgar Ortega considera “traidora” a la presidenta Dina Boluarte tras observar la ley que buscaba elevar la pensión mínima de 162 mil docentes cesantes a 3 mil 300 soles, asegurando que seguirán saliendo a las calles pidiendo apoyo ciudadano.
La presidenta detuvo la promulgación de la norma que beneficiaría a aproximadamente 162 mil profesores cesantes y jubilados del país con un incremento significativo en sus pensiones mensuales tras argumentar distorsiones graves y objeciones constitucionales según el gobierno.
El Ejecutivo formalizó la observación de la propuesta legislativa aprobada previamente por el Parlamento nacional argumentando la existencia de problemas estructurales dentro del sistema pensionario actual que podrían generar desequilibrios económicos en las finanzas públicas del Estado peruano.
La propuesta incluía a maestros de educación básica, alternativa, especial y técnico-productiva afiliados a los decretos ley 19990 y 20530 que actualmente reciben pensiones consideradas insuficientes para cubrir sus necesidades básicas según organizaciones sindicales del gremio educativo.
El monto propuesto de 3 mil 300 soles equivale a la remuneración de la primera escala vigente para un docente en actividad mientras que los jubilados actuales perciben sumas que oscilan entre 400 y 700 soles mensuales según datos del Sindicato Unitario de Trabajadores.
Edgar Ortega manifestó su profundo desacuerdo ante la medida gubernamental durante una entrevista radial donde expresó que esta decisión representa una traición al gremio educativo que formó a la actual mandataria en las aulas de Huancavelica durante su etapa estudiantil.
El maestro jubilado declaró textualmente que el magisterio cesante debería declarar traidora a la educación a la presidenta porque ella ha sido educada por maestros y por maestros rurales de Huancavelica que ahora enfrentan esta situación de abandono por parte del gobierno nacional.
Ortega compartió su experiencia personal como cesante del magisterio peruano llevando 35 años esperando una nivelación justa de su pensión mientras observa cómo las promesas se acumulan década tras década sin concretarse en beneficios reales para los educadores retirados.
El jubilado recordó las promesas incumplidas que se arrastran desde gobiernos anteriores señalando que vino el presidente Fujimori y quitó la nivelación dejando a los maestros con una paupérrima pensión de 800 o 900 soles que resulta insuficiente para la supervivencia digna.
El Ejecutivo sostiene que el aumento podría generar problemas de sostenibilidad financiera en las cuentas fiscales del Estado mientras que Edgar Ortega puso en tela de juicio esta justificación económica del gobierno considerándola contradictoria con declaraciones previas sobre la economía nacional.
Ortega cuestionó cómo la presidenta puede declarar ante las Naciones Unidas que la economía peruana está en bonanza y luego argumentar la imposibilidad económica de pagar pensiones dignas a los maestros que contribuyeron al desarrollo educativo del país durante décadas de servicio.
La ley buscaba corregir lo que sindicatos y exautoridades educativas han denominado un rezago histórico con los educadores jubilados mientras que el exministro Idel Vexler calificó anteriormente esta situación como un grave maltrato hacia los profesores cesantes del país.
Tras conocer la observación presidencial, Edgar Ortega describió las acciones que tomará el gremio de jubilados anunciando textualmente que van a seguir saliendo a las calles, pidiendo, reclamando y esperando que el pueblo los apoye en su lucha por pensiones dignas.
