El auditor y contador Juan Torres Polo ha realizado un análisis detallado sobre la tributación minera en el Perú, destacando la discrepancia entre los ingresos generados por las empresas mineras y los impuestos que estas pagan al Estado. Según Torres Polo, a pesar del crecimiento significativo en las ventas y utilidades de las compañías mineras, la contribución al Impuesto a la Renta no ha aumentado de manera proporcional, evidenciando posibles falencias en el sistema tributario que rige a este sector.
En el programa Valgan Verdades de Pachamama Radio, Torres Polo resalta que la tasa del Impuesto a la Renta para el sector minero se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los años, alrededor del 29.5%. Sin embargo, este porcentaje se aplica sobre las utilidades declaradas por las empresas, las cuales, a pesar de haber crecido considerablemente desde los años 90, no han resultado en un incremento significativo de los impuestos recaudados. “Habiendo crecido las utilidades de las empresas, el Impuesto a la Renta no levanta; cada vez es más pequeño”, señala Torres Polo.
Torres Polo utiliza datos históricos para ilustrar esta disparidad. Por ejemplo, en el año 2000, las ventas del sector minero ascendieron a 8,509 millones de soles, y el Impuesto a la Renta recaudado fue de 246 millones de soles, lo que representaba un 2.89% de las ventas totales. En contraste, para el año 2015, las ventas del sector minero alcanzaron los 66,498 millones de soles, pero el Impuesto a la Renta recaudado fue de apenas 1,211 millones de soles, equivalente a solo un 1.82%. Esta tendencia continuó en 2016, cuando las ventas se incrementaron a 80,225 millones de soles, pero la recaudación del Impuesto a la Renta se redujo aún más, alcanzando solo 894 millones de soles, lo que representa un 1.11%.
Este descenso en la tasa efectiva de tributación, a pesar del incremento sustancial en las ventas, genera preocupación. “Vendieron 10 veces más, y la tasa del Impuesto a la Renta bajó a 1.82%”, explicó Torres Polo. El auditor sostiene que esta situación contradice los principios básicos de la tributación, donde un mayor ingreso debería traducirse en una mayor recaudación fiscal.
Otro punto crítico señalado por Torres Polo es la falta de transparencia en la difusión de la información sobre la tributación minera. Asegura que solo se resalta el impacto de la inversión y el canon, pero no se analiza cuánto realmente le rinde al país la actividad minera. “Se habla siempre de la inversión y el canon, pero no se difunde la otra cara: el rendimiento real para el país”, enfatizó. Además, Torres Polo menciona que, según sus cálculos, las empresas mineras podrían estar evadiendo hasta 20,000 millones de soles anuales en Impuesto a la Renta, lo cual representa una evasión de casi el 60%, es decir, las mineras estarían pagando menos de la mitad de lo que deberían.
Este fenómeno no solo afecta al gobierno central y a los gobiernos locales, sino también a los trabajadores mineros. La base de cálculo utilizada para el Impuesto a la Renta también se aplica para determinar la participación de utilidades de los trabajadores. Como resultado, los trabajadores reciben cantidades “mínimas e insuficientes” como participación de utilidades, lo que genera descontento y malestar entre ellos.
Argumenta que la situación actual de la tributación minera en Perú no solo genera una brecha significativa en los ingresos fiscales del país, sino que también afecta la capacidad del gobierno para financiar servicios públicos esenciales como la salud, la seguridad y la educación. “Nuestro país carece de recursos para enfrentar los servicios públicos esenciales porque no se está recaudando lo suficiente de las empresas mineras”, señaló.
Además, esta situación alimenta la percepción de injusticia en la sociedad, especialmente en regiones como Arequipa, donde existe una oposición creciente a los proyectos mineros. “La sociedad con justa razón protesta, porque estos señores quieren que aceptemos esa mentira de que, a más precio de los minerales, ellos pagan menos impuestos”, añadió Torres Polo.
